viernes, 23 de diciembre de 2016

Entrevista a Ainhoa Iglesias (Cuéllar)




Ainhoa Iglesias, natural y vecina de Cuéllar, es una de las referencias en el mundo del caballo en Segovia. Presidenta de la Asociación Cuellarana de Amigos del Caballo desde hace casi dos años, es una de las personas que lucha con más ahínco por el mantenimiento de las tradiciones ligadas al caballo y por desarrollar una cultura ecuestre en nuestra tierra. Emprendedora, gran jinete, amante de los animales, Ainhoa monta también a la amazona y es una de las caballistas más conocidas en los encierros de toros a caballo. 


Es un orgullo para nosotros contar contigo para hacer esta entrevista. Muchas gracias, Ainhoa.

¿Cómo comenzó tu afición?

En casa siempre ha habido caballos, desde niña recuerdo haberlos visto entre nosotros. De hecho es una afición que practicamos todos en esta familia, cuatro generaciones, desde mi abuelo con 83 años, hasta la bisnieta con 6.

Desde muy joven fui imponiendo mi criterio, luchando por conseguir mis objetivos, por crecer en este mundo de hombres, por aprender de los grandes e ir bebiendo de las mejores fuentes. 

Pero no ha sido hasta pocos años cuando empecé a disfrutar realmente de esta afición, fue gracias a un amigo de la familia que me regaló el que fue el caballo que me marcó el camino a seguir. Todos los caballistas, en algún momento de nuestras vidas, encontramos el equino modelo, justo a tu medida, un caballo insustituible con el que te entiendes a la perfección, que nos marca para siempre. Pues ese fue mi caballo, un gran ejemplar, de presencia imponente, un campeón en la pista, siempre dispuesto a trabajar, a darlo todo, de gran corazón, dispuesto a todo por su amiga fiel. Sólo estuvo dos años conmigo, dos años intensos en los que nos hicimos inseparables, como una pareja de eternos enamorados, no éramos nadie el uno sin el otro. Desgraciadamente, enfermó, y el mal endémico de esta especie, un cólico se lo llevó. Se fue dejando un gran vacío, pero también unas ganas inmensas de seguir creciendo, de seguir aprendiendo, fue él el que se encargó de sembrar la semilla de la que brotaría con más fuerza, aun si cabe, esta tremenda afición que me quita la vida. 

Tienes la suerte de tener la cuadra en tu casa, ¿Como tienes organizada la cuadra?

Efectivamente, como muy bien has dicho, es una suerte tener la cuadra en casa; disfrutar de tus caballos de forma permanente a lo largo del día, es una fortuna. Olvidarte del reloj a su lado, sentirlos como tus compañeros, es imposible sentirse sola un instante. Quizás, caigo en el error de humanizarlos en exceso, no sé, pero me gustan las sensaciones que me provoca el poder entenderme con ellos casi mejor que con el ser humano, es cuestión de ganarte su confianza y darán todo por ti.

En casa tenemos varios boxes para ellos y espacio suficiente para que disfruten del aire libre. Unas instalaciones muy cómodas para ellos y para nosotros, a falta de una buena pradera verde para que retocen y pasten a sus anchas, disponen de amplios cercados de arena para revolcarse y embarrarse y buenos piensos, alfalfa, manzanas y zanahorias que se convierten en las delicias de las cuatro o cinco veces que reciben alimento al día, aportándoles salubridad, buen lustre y un pelo brillante y fuerte. 

Como gran aficionada y defensora de los encierros de toros a caballo, ¿nos podrías dar tu opinión sobre el presente y futuro de esta tradición?

Buena pregunta esta. Larga tradición la de los encierros a caballo, sobre todo en Cuéllar, por eso son los más antiguos de España. Me cuesta explicarte en pocas líneas como cuellarana, como caballistas y como taurina, lo que significan para mí. Es difícil manifestar mediante la palabra escrita mis sentimientos y llegar a los lectores para transmitirles cómo se puede vivir con tanta intensidad una experiencia única que los cuellaranos llevamos muy dentro, que nacemos con ello y que nos inculcan desde niños.

Como cuellarana te diría que nuestro encierro es un espectáculo único, desde la salida en los Corrales del Río Cega, el paso por el pinar, el cruce de Las Maquinas, las rastrojeras, el túnel por debajo de la autovía, la bajada del embudo y el paso por las calles hasta llegar a la plaza de toros. 

Como caballista, las sensaciones cambian, la percepción del encierro es aún más intensa, si cabe, notar cómo sube la adrenalina cuando faltan escasos minutos para soltar, esperar a que se abra la puerta del corral y estalle el bullicio del público, disfrutar del toro bravo a escasos metros de tu cabalgadura. 

Es un encierro largo y complicado, hora y media desde que se suelta en el campo hasta que entra en las calles. Con puntualidad británica ha de salir y ha de pisar los adoquines del tramo urbano, respetando la pureza del ganado bravo en el campo y la rigurosidad de encerrar. Se trata de un encierro en estado puro, sale el ganado a campo abierto con el deber de llegar al pueblo todos los astados. Tramo difícil, el paso por el mar de pinares, otorgándole un espectacular paisaje al amanecer, con la bruma al despertar el día a últimos de agosto.

Como taurina, una faceta que va unida a las otras dos, una característica “casi” implícita en el cuellarano, naces con la pasión por nuestros encierros, y más aún si lo has mamado desde la cuna. Taurina, caballista y cuellarana: el encierro a caballo corriendo por tus venas. 

Los ENCIERROS A CABALLO, y lo digo con mayúsculas, porque me refiero a los encierros a caballo tan de moda hoy en día, masificados por personal a pie, a caballo, en todoterreno, motos o quads, en los que se está perdiendo la esencia del encierro en estado puro. Vivimos en una sociedad en la que todo vale, en la que queremos mantener la “tradición” del encierro campero conducido por vehículos a motor al más estilo siglo XXI, y es que hay cosas que así no pueden funcionar. Si a esto le añadimos, que cada uno de los participantes, independientemente de cuál sea su “medio de locomoción”, quiere estar en primera línea, chocamos con políticos y animalistas, que se oponen, a veces, a nuestras “inapropiadas” formas de obrar, a nuestras tradiciones y a nuestros ENCIERROS. El mundo del toro se está viendo muy atacado en los últimos años, se empezó por suprimir las corridas en Cataluña abriendo la puerta a todo lo que está sucediendo después. Este año lo hemos visto mucho más cerca aún, fue el Toro de la Vega en Tordesillas el que ha desaparecido, la prohibición en Olmedo de llevar garrochas y como no, la limitación a 20 caballistas para acudir a la suelta de Cuéllar. Todos los que disfrutamos de este mundillo, hemos conocido estos casos muy de cerca, los hemos sufrido en menor o en mayor medida. 

Como Presidenta de la Asociación Cuellarana Amigos del Caballo, he peleado con uñas y dientes por defender nuestro encierro, por mantener lo que es nuestro, por intentar que cuellaranos y foráneos disfruten de nuestro patrimonio. Todos los esfuerzos han sido en vano, y no hablo sólo de los míos, sino de todas y cada una de las personas que luchamos día a día por intentar mantener esta cultura ligada al toro. Y es que se ha abierto la caja de Pandora, y muy a mi pesar, creo, que esto es el principio de la agónica decadencia de los encierros a caballo. Han sido muchos, sobre todo caballistas, los que nos criticaron las anteriores fiestas por la medida que se nos IMPUSO desde el Ayuntamiento, muchos los que no nos apoyaron en las decisiones tomadas por la autoridad. Me gustaría aprovechar esta ocasión, para dirigirme a ellos y desde el más absoluto respeto decirles: no fue fácil aceptar las normas nuevas, pero hubo que respetarlas en contra de nuestra voluntad. Pero también les digo, a esos que tanto lo criticaron: den tiempo, que las medidas restrictivas, e incluso prohibitivas, llegarán a todos los pueblos con encierros a caballo y festejos taurinos, y será entonces, cuando lo sientan en primera persona, cuando verán la impotencia que se siente de no poder hacer nada para solucionarlo.

¿Que le recomendarías a alguien que quiera aprender a montar a caballo o, incluso, a los jinetes que montan, pero que les gustaría ganar en conocimientos?

Yo soy partidaria de acudir a centros especializados con profesionales en el mundo del caballo donde se puede aprender equitación o mejorar tus conocimientos. El problema de esto radica, en que vivimos en un país donde no hay costumbre de pagar por la educación, y no se valora al profesor que está en un hípico enseñando y mucho menos pagarle por realizar su labor. Esto es algo que, por ejemplo, en Inglaterra, o en prácticamente en el resto de Europa, no sucede. Y con esto me refiero a practicar una correcta equitación, que no es lo mismo que montar a caballo. 

Son muchas y muy variadas las disciplinas que se practican a caballo, cada una de ellas te aporta siempre algo, cada caballo que pasa por tu cuadra te enseña algo nuevo cada día. Es un largo bagaje en que nunca se termina de aprender. Hoy en día disponemos de las herramientas para poder formarnos: profesionales, cursos, libros, internet… simplemente es cuestión de querer evolucionar. 

Y, ¿qué consejos darías a una persona que decide convertirse en propietario de un caballo e iniciar su cuadra?

Recuerdo hace años, en los que tener un caballo era un privilegio de pocos, hoy en día, eso ha cambiado, la economía de las familias es mucho más holgada y al igual que es rara la familia que no tiene dos coches, ser propietario de un caballo o de varios, es algo frecuente en este entorno nuestro. 

Desde mi humilde opinión, le haría entender que, un caballo no es un animal cualquiera, no es un perro, ni un periquito, necesita un espacio y unas atenciones mínimas. A pesar de su gran tamaño, conocemos lo delicados que son, por lo que hay que tener unos conocimientos básicos para sus cuidados y alimentación. 

A la hora de escoger el ejemplar, habría que buscar el que más se adecuase a las necesidades de cada uno. Normalmente para personas poco experimentadas, lo más recomendable sería un caballo de edad, que le consienta los fallos habituales del jinete inexperto. Un animal con el que poder disfrutar los inicios y con el que poder aprender a dar los primeros pasos. 

Con respecto a vuestra Asociación, ¿Cual es vuestro planteamiento y las áreas en las que centráis los esfuerzos?

La Asociación Cuellarana Amigos del Caballo, es una entidad con una larga trayectoria, llevamos 24 años funcionando y, aunque durante todo este tiempo se han ido realizando actividades muy diversas, hay algunas que se han ido consolidando como clásicas de cada año, como nuestros tradicionales almuerzos durante las fiestas, después de cada encierro; la suelta de bueyes para rematar la temporada de encierros el día de El Pilar; la Feria de Mayo; o nuestra Cena de Hermandad en vísperas de Navidad. Además de estas, ofrecemos un seguro de Responsabilidad Civil para los caballos de nuestros socios que obtenemos a un precio inmejorable; cursos, charlas y conferencias de temas diversos siempre para la formación del jinete. Para el 2017 ya están en proceso dos de ellas que se celebrarán en Febrero, una sobre Salud Equina de la mano de Carmen Fernández Hernaíz, Lda. veterinaria de la Clínica Equina de Olmedo; y una mesa redonda sobre Acoso y Derribo, moderada por Antonio González de Pedro, juez de esta disciplina, entre otras y un gran profesional en el mundo del caballo, y en la que participarán profesionales de esta materia. 

También a primeros de este mismo mes tendremos unas prácticas de monta a la amazona. Como bien has comentado al presentarme, soy una gran aficionada a montar así en silla de cornetas, y de esta gran afición, nace mi propósito de facilitar a todas las mujeres que lo deseen, la posibilidad de aprender sin la necesidad de viajar a Andalucía para conseguirlo. Con la estimable colaboración de Dña. Mercedes González Cort, toda una institución en el mundo del caballo, y la Asociación Española de Monta a la Amazona, acercamos el lado bueno de la equitación a nuestra tierra.

Muchas nuevas propuestas se irán desarrollando a lo largo del año para el disfrute de nuestros socios y los amigos y aficionados que quieran acompañarnos. 

¿Crees que tenemos campos de colaboración entre vuestra Asociación y la nuestra?

Por supuesto, lo importante es que rememos en la misma dirección, las colaboraciones entre Asociaciones son muy importantes para ayudarnos a crecer. Cada una con sus puntos diversos de actuación, con sus criterios, sus posibilidades, pero al final, con una afición en común: el caballo. 

Una de mis intenciones, desde que me puse al frente de este colectivo, fue acercarme al mayor número de asociaciones de caballistas, con este propósito, el de aunar esfuerzos entre todas y poder colaborar unas con otras para conseguir nuestros objetivos.









Otras entrevistas en este blog:

Gabriel Gamiz (Blog El Raid)
Marina Alcaide (Vellosillo)
Carlos Martín Arranz (Boceguillas)
Jorge Juan García (Vellosillo)
Alfredo Velasco (Boceguillas)
François Léveillé, campeón del mundo de TREC
Agustín Fernandez Hidalgo, campeón de Europa de TREC
Daniel Nogales (Santo Tomé del Puerto)
Alba López Sáinz (Fresno de la Fuente)
Cesar de la Fuente (Espirdo)
Cesar Arribas (El Olmo)
Cesar Águeda (Grajera)
Isabel Casado (Veganzones)
Mario Pastor Cristobal (San Pedro de Gaillos)



viernes, 16 de diciembre de 2016

Entrevista a Jose Luis González, Santa (Riaza)





Jose Luis González, Santa, apodado así por su origen santaderino, es un caballista popular y querido por todos, que vive en Riaza durante todo el año. Quizás es el jinete en activo de más edad en el nordeste de Segovia. A sus 72 años sigue saliendo a montar al campo y manteniendo un cuadra con tres caballos. Simpático, abierto y con una gran experiencia a sus espaldas, tiene una de las conversaciones sobre caballos más vividas e interesantes de nuestra comunidad de caballistas. En tiempos fue criador y llegó a tener una yeguada con quince yeguas en el pueblo de Cerezo de Arriba. 


Santa, es un honor poder hacer esta entrevista. Muchas gracias.

¿Como empezaste a montar?

Nací en Reinosa, Santander. Mi familia criaba potros en la montaña. Desde niño salía del colegio y me iba a disfrutar con los caballos a los prados. Empecé a montar solo y a escondidas, porque no me dejaban montar las yeguas porque eran para cría. Montaba a pelo, sin silla. Utilizaba la cuerda de la peonza para hacer una ramal improvisado y una cabezada. Hasta que tuve casi 60 años no había dado ni una clase de equitación, cuando me apunté a un cursillo que habían organizado en Caballos La Vereda. La primera vez que tuve mi propio caballo fue cuando llegué a Riaza a trabajar como profesor de esquí cuando abrieron la estación de La Pinilla, en 1969. Me hice con un potro de Santo Tomé del Puerto que había perdido a su madre. En no mucho tiempo formé mi primera cuadra con tres caballos. Eran tiempos de esquí y caballo por los montes de Riaza. Eran tiempos de estar en la naturaleza y una vida intensa y bonita. Fui creando mi propio estilo, que no se si es bueno o malo, pero me ha sido siempre efectivo.

Siempre es un placer escucharte hablar de caballos. ¿Como has desarrollado una cultura ecuestre tan amplia?

Desde niño he estado rodeado de caballos. Siempre he intentado aprender de las personas que han vivido con caballos, escuchándoles y viendo como hacían las cosas, gente de mi familia y amigos que hemos ido conociendo a lo largo de nuestra vida. La otra parte importante es ser un observador. He dedicado mucho tiempo a estar con los caballos, en los prados y en los corrales, viendo como se comportan, su jerarquía, sus instintos, sus miedos y sus grandezas. Una de las experiencias más bonitas que he vivido fue un parto de una de mis yeguas, como empleó un buen rato en separarse de su potro de la temporada anterior, hasta conseguir que se quedara con la manada. Cuando lo consiguió fue tras un matorral y nació el potro en unos minutos. Con el tiempo fui aprendiendo como cuidarlos, cambiaros de prado, alimentarles adecuadamente, curar sus heridas... Desarrollé mis propias ideas para atender mi yeguada. Otra anécdota divertida es un método que empleaba para completar la alimentación de las yeguas preñadas. Las ponía a cada una un bolsa con un cuerda por la cabeza con avena. Iban viniendo cada una a por su bolsa y cuando la terminaban se las iba quitando.

Llevas casi toda la vida como vecino de Riaza, ¿Como ves el mundo de la equitación en tu pueblo?

Cuando llegué a Riaza en los años 70 muchas familias tenían caballos para cría de cebo, pero no había casi nadie montando, aunque algunas los utilizaban para trabajos como acarrear leña del monte. Hasta que no abre Caballos La Vereda en Riaza y La Hípica en Grajera, creo que en los años 80 ambas, no comienza realmente haber aficionados a la equitación. La Vereda hizo mucho para desarrollar la afición ecuestre en Riaza. Los veraneantes de Madrid eran principalmente sus clientes. Poco a poco, algunos vecinos de Riaza comenzaron a montar. En eso llegó la crisis, hace 7 u 8 años. Muchos de los propietarios particulares vendieron sus caballos y las hípicas sufrieron un caída importante de clientes. Parece que en estos dos o tres años se está recuperando la afición, coincidiendo con dos hechos importantes, la creación de la Yeguada Riaza y de nuestra Asociación de Caballistas.

Eres habitual de cualquier evento ecuestre en nuestros pueblos. Estamos intentando montar un TREC en Riaza para el año que viene. ¿Que te parece la idea?

Me parece estupendo. Riaza es el único pueblo de toda esta zona de Segovia que tiene tres hípicas y un gran numero de aficionados. Hace unos años participé en un TREC que organizó Jose Antonio Montejo y Jose Andrés Blasco en La Vereda. Me parece una disciplina muy divertida y muy adecuada para los aficionados que hacemos equitación de campo, o sea, casi todos los caballistas de esta zona. Me encantaría ver parte de las pruebas en El Rasero, lugar donde estaban las antiguas eras de nuestro pueblo, de gran tradición ganadera. Esperamos poder colaborar si finalmente se decide hacer en Riaza. 

Gran conocedor de nuestro monte, ¿Que rutas recomendarías realizar a caballo?

Puedo recomendar algunas rutas que hemos hecho por los alrededores. Me quedaría con la ruta del las hoces del río Duratón, las hoces del río Riaza y parte del camino del Cid, por el Burgo de Osma. Además me gustaría proponer una ruta que todavía no he hecho completa, pero que tiene buena pinta. Se trata de la Cañada Real Soriana, en el ramal que va por la vertiente segoviana, que une Riaza con Segovia. Recientemente han arreglado la cañada y hemos hecho el tramo que tenemos más cercano. Realmente no sé si se puede hacer todo a caballo, ya que hemos llegado hasta unos tornos que no permiten el paso de caballos. Otra ruta que me parece interesante es la cañada que llevaba a Madrid, aunque es más compleja ya que hay que solicitar guías al salir de la comunidad de Castilla y León.

¿Que recomendarías a un jinete que empieza?

Lo primero que diría es que hay que tener respeto a los caballos, pero no miedo. Hay que comenzar por aprender la doma de cuadra, como manejar a un caballo. Por ejemplo, todo lo que vayas a hacer con un caballo debes de saber donde colocarte, que es en el lado izquierdo del caballo. A la vez, recomiendo dar clases en alguna hípica, teóricas y prácticas. Ahorrará tiempo de aprendizaje y evitará que coja vicios que luego son difíciles de quitar. En estos momentos tenemos la suerte de contar con varios picaderos en nuestros pueblos con grandes maestros que pueden enseñar a cualquier persona de cualquier edad. 

Y, ¿a un propietario particular que comience su cuadra?


Primero le recomendaría que tiene que contar con una infraestructura mínima. Un prado cercado con un cobertizo para que se pueda refugiar el caballo, con comida y agua limpia. Hay que tener en cuenta que un caballo requiere cuidados, y el propietario tiene que ser responsable de tenerlo correctamente atendido. En mi opinión personal no recomiendo los boxes, creo que un caballo debe de vivir en semi libertad. Los caballos estabulados pueden tener muchos problemas si no tienen la posibilidad de estar al aire libre y suelen ser más asustadizos. En caso de tenerlo en cuadra, necesita tener su cama paja o serrín, y limpiarlo como mínimo un par de veces a la semana.











lunes, 12 de diciembre de 2016

Entrevista a Jorge Juan García (Vellosillo)




Jorge es uno de los “nuevos habitantes” de la despoblada comarca del Nordeste de Segovia. Hace tres años y medio decidió venirse con Ruth, su mujer, a Vellosillo, el pueblo de su familia paterna, dejando atrás los ajetreos de la capital y el mundo financiero y empresarial al que había dedicado toda su vida. Se construyeron una casa AUTOSUFICIENTE y desde entonces viven con esa filosofía: conectados a la naturaleza, producen la energía y la mayoría de los alimentos que necesitan, son respetuosos con el medio ambiente y reciclan al máximo. Y de repente se han encontrado con unos acompañantes inesperados, los caballos, que han pasado a formar parte de su nuevo proyecto de vida.


Antes de instalaros en el pueblo no habías tenido contacto con el mundo del caballo, ¿Qué te llevó a comprarte tu primer caballo?

Nuestra hija mayor había montado de niña a caballo, pero en esa época nosotros no montábamos. Cuando vinimos a vivir al pueblo comenzamos a montar, dando clases con Angel Agueda de la Hípica de Grajera. Nos fuimos aficionando, descubriendo y aprendiendo sobre un mundo realmente apasionante, el de los caballos. En unos meses decidimos probar a comprar un caballo, nos gustaba montar y teníamos un prado junto a nuestra casa. Angel nos ayudó a encontrarlo y Aquiles vino a vivir con nosotros. Eramos novatos totales, pero con mucha dedicación y entrega. Aquiles es el caballo con el que nos hemos iniciado varios jinetes de nuestra cuadra en el campo (Ruth Pedraz, Silvia García, Marina Alcaide y yo mismo). Unos meses más tarde, la cuadra había crecido considerablemente y teníamos cuatro caballos.  

Estás montando a diario y has probado varias disciplinas de la equitación, ¿cuál de ellas te gusta más? ¿Qué cualidad es la que más valoras en un caballo?

Intentamos montar todos los días. Viviendo en un pueblo es algo realizable si tienes un trabajo con horario flexible. Combinamos el trabajo en pista con salidas al campo. Realmente lo que más nos gusta es la equitación de campo, salir a pasear y hacer rutas. Sentirte libre en la naturaleza con tu caballo es algo difícil de igualar. Creo que la base de la equitación es la doma. La doma te obliga a tener disciplina, a mejorar la técnica y replantearte tu equitación cada cierto tiempo. También hacemos salto como parte de nuestro entrenamiento. Es una disciplina muy exigente, que no se puede separar de la doma y que te proporciona muchos recursos para el campo. Aunque diría que la disciplina que más me gusta es el TREC, porque combina todo y requiere desarrollar técnicas y capacidades para disfrutar en la equitación de campo y los viajes a caballo. 

Sobre la cualidad que más valoro en un caballo, trato de contar lo que intentamos hacer, que lo conseguimos a medias, con nuestros caballos. En nuestra cuadra tenemos dos caballos que pueden ser montados por cualquier jinete, aunque sea principiante y tres yeguas con más brío para jinetes con más experiencia. Intentamos buscar en nuestro trabajo de entrenamiento caballos fuertes, nobles y con resistencia. Personalmente me gustan los caballos con estas cualidades y con un punto de caballo de deporte, con sangre y valentía.

Explícanos como se integran los caballos en vuestra filosofía de vida “autosuficiente” en Vellosillo.

Hemos integrado nuestros caballos como un elemento más en los ciclos del pequeño hábitat autosuficiente que estamos intentando crear. La basura de las cuadras nos sirven para hacer acolchados y nutrir el suelo de nuestra huerta y los árboles que hemos plantado. Seguimos un sistema de rotación en los prados que utilizamos que mantienen los prados y los hacen más ricos por los nutrientes y el arado superficial que hacen al pisar. Son nuestra principal afición en estos momentos y se integran a la perfección en la filosofía de vida que perseguimos, de vivir conectados con los elementos naturales. Los caballos nos han permitido poner en producción buena parte de las eras y prados comunes de nuestro pueblo, todos en deshuso. Buscando hasta donde podemos ser independientes en la gestión de la cuadra, hemos aprendido a herrar, a curarlos, a hacer casi todos los trabajos, incluso hemos probado a mantener los caballos sin insumos exteriores, como puede ser forraje o pienso, y creemos que lo podemos hacer, aunque en estos momentos completemos su alimentación con pienso y herramos normalmente con un herrador profesional, porque están mejor así.

Después de estos años tan intensos, cuéntanos alguna experiencia especial montando a caballo. 

Quizás la experiencia más intensa que estoy viviendo desde hace un año y medio es montar a Flamenca, un yegua torda, española de pura raza. Flamenca llegó hace dos años a nuestra cuadra. Es una yegua con mucha sangre, fuerte y difícil de montar, al menos para mi nivel. Llevo varias caídas con ella, pero es mi caballo preferido. Suelo montarla todos los días desde hace un año y medio. Creo que tenemos una conexión especial. No conozco otro caballo más valiente en el campo, con buena resistencia y muy divertida de montar. Para sacar adelante esta yegua he contado con ayuda de varios de los mejores maestros de nuestra zona. Jose Andrés Blasco me ayudó al principio, montándola conmigo y guiándome en los primeros pasos de enfrentarte a una yequa que probablemente había sido mal desbravada y que estaba completamente desordenada y asustada. Unos meses más tarde de empezar con Jose Andrés hacíamos un viaje de ocho días por el Camino de Santiago que asentó bastante a la yegua. Posteriormente Angel Agueda está trabajado conmigo en mejorar la doma de la yegua y Javier Martín Benito me ha enseñado a trabajarla para salto. Considero a Flamenca el caballo que me ha obligado y enseñado a la vez, a subir el nivel de equitación, con mucha intensidad y constantes subidones de adrenalina. Muchos de vosotros la habéis visto en acción, con las lanzadas que se mete, aunque creo que poco a poco se va tranquilizando (risas).

En la primavera pasada nació “Viento”, vuestro primer potro, ¿Como ha resultado la experiencia?

Los miembros de nuestra cuadra y buena parte de nuestros vecinos de Vellosillo estamos disfrutando muchísimo la experiencia de tener un potro. En nuestro pueblo había una yeguada hace muchos años y hacía 40 o 50 años que no nacía un potro. Habíamos cruzado a Yegua, angloárabe con Troya de Riaza, silla francés de la Yeguada Riaza, y creíamos que no se había quedado preñada. Un día vino Victor Martín, antiguo propietario de Yegua, con la que había tenido dos potros, y nos dijo que iba a parir en máximo una semana. Y así sucedió. Fue un embarazo rápido (risas). El potro nació el 20 de abril, un día de viento y lluvia bestial. Lo llamamos Viento de Vellosillo. Es una gozada, divertido, fuerte, juguetón, guapo. De momento en lo que es doma de cuadra, se porta muy bien. Vamos a ver si nos atrevemos a domarlo cuando llegue el momento.

La Campiña Segoviana es un proyecto del que te hemos oído hablar, en qué consiste.

La Campiña Segoviana es una metáfora que utilicé en una de las primeras entradas de este blog: Ideas para el desarrollo de una industria del caballo en el Nordeste de Segovia, Se trata de un recurso creativo para preparar un contexto sobre el que se podrían ir construyendo diferentes relatos. Como has descrito en la entradilla de esta entrevista, vivimos en la "despoblada comarca del Nordeste de Segovia". Personalmente veo la situación como una oportunidad para construir. Necesitamos creatividad, imaginación y audacia visionando un futuro distinto, que podemos intentar que sea mejor que el actual. Si no hacemos nada, ahondará la descomposición del tejido social y las infraestructuras de la zona. Necesitamos estrategias que puedan crecer viralmente, casi de forma espontánea, sin depender de inversión pública, ni de subvenciones, que han fracasado hasta el momento, siendo nuestra comarca una de las que continúa despoblándose más rápido en España. La idea de la Campiña Segoviana puede tener estos atributos. Se basa en una actuación en el paisaje, una puesta en producción sostenible de los recursos naturales que tenemos y el desarrollo de una industria transversal que permite crear red y marca, como puede ser el mundo del caballo. Creo que de alguna manera con el trabajo que estamos haciendo desde la Asociación hemos activado un germen que ya se está extendiendo.  

Y para terminar, formas parte muy activa de la Asociación de Caballistas del Nordeste, has creado el Blog desde el que te estamos entrevistando y eres uno de los impulsores de todas las actividades ecuestres que se están realizando en nuestros pueblos, ¿Cual crees que debe ser la evolución de la Asociación?

Creo que hasta el momento el gran éxito del proyecto de la Asociación de Caballistas ha sido el crear una primera estructura de una red, donde un grupo heterogéneo y complementario de personas nos hemos conocido y puesto a trabajar sobre un tema en común, la afición al caballo. La red cubre buena parte del territorio denominado Nordeste de Segovia. Es algo pionero e innovador, que hasta donde conozco se puede decir que no existía nada parecido en la zona. Pero la red debe de evolucionar. Red y Asociación es lo mismo. El gran reto de la Asociación es aprender a funcionar como una red distribuida. Una red distribuida es una estructura descentralizada, donde cualquier iniciativa puede surgir desde cualquier persona o nodo de la red. Una red donde aprovechas la creatividad y la experiencia de cada uno de los nodos, que trabajan de forma colectiva ante llamadas de otros miembros de la red. Se trata de poner a funcionar la inteligencia colectiva, que es mucho más potente y efectiva que la individual o la que nace de una estructura centralizada, siempre sujeta a individualismos y condicionantes. Esto significa que cualquier socio de la Asociación debería poder activar una idea, un proyecto, un evento, que se comunica al resto de la red utilizando internet, y que salga adelante de forma colaborativa. Este tipo de organización es, quizás, la única efectiva en estos tiempos. 


* Una entrevista de Víctor Martín Sacristán













jueves, 1 de diciembre de 2016

Entrevista a Alfredo Velasco (Boceguillas)




Alfredo es uno de los caballistas más veteranos del nordeste de Segovia. Gran aficionado al mundo ecuestre desde su juventud, por su cuadra de Boceguillas han pasado varios caballos a lo largo de su vida como jinete. Paseos y rutas han sido el centro de su afición. La idea de crear la Asociación de caballistas del nordeste de Segovia es de Alfredo y fue la primera persona que comenzó a juntar a los primeros socios y el organizador de la ruta de Moral de Hornuez donde se decidió crear la Asociación. Alfredo es uno de los emprendedores más activos de la zona, sobre todo en su querido pueblo, Boceguillas.


Alfredo, gracias por atender esta entrevista. 

Primero quiero agradecer que hayas pensado en mí para esta entrevista; y realmente es cierto que propuse la creación de la Asociación porque a mí me gusta mucho montar a caballo, pero es más bonito en compañía.

¿Cómo empezaste a montar?

Los caballos me han gustado toda la vida. Empecé a montar con 13 o 14 años. Para poder montar un ratito a una yegua, tenía que pasarme toda la tarde trillando con el dueño, que luego me dejaba montarla hasta el pilón a beber y volver a casa. Pero no faltaba una tarde a trillar para montarla luego un poquito, con la consiguiente bronca en casa. Más tarde fui a montar a La Hípica en Grajera, que lo llevaban Francis y César. En esa época estaba tan entusiasmado con la equitación que apalabré un caballo con Francis, pero el disgusto en casa fue tan grande que tuve que echarme para atrás. Pero tenía claro que algún día tendría un caballo. Pasó tiempo y con 49 años decidí dejar de fumar; y la motivación fue que si lo conseguía me compraría un caballo… y así tuve mi primer caballo. Pero claro, yo no sabía montar así que me apunté a dar clases con José Andrés en la Tinada de Cadagua en Riaza, Y aprendí poco a poco, hacíamos rutas y lo pasé genial. Todo lo que sé se lo debo a él.

¿Cuál es tu visión de la equitación?

Es un deporte que me apasiona bien solo o en compañía; aunque cierto es que resulta mejor en grupo. Cuando monto a caballo me olvido del mundo y de los problemas y paso un rato feliz.

En tu cuadra, está tu impresionante yegua, Florita, ¿Que nos puedes contar de ella?

He tenido varios caballos. Ahora tengo una yegua que se llama FLORITA, que me ha hecho recuperar la ilusión que estaba perdiendo, porque el caballo que tuve antes no se adaptaba a mí, o yo a él y me hizo pelear mucho, hasta casi perder las ganas de montar. Pero encontré a FLORITA y estoy encantado con ella, es noble, dócil y se adapta a mí perfectamente. Está hecha para mí. Con ella vuelvo a tener ganas de montar y de disfrutarla.

Boceguillas se ha situado en la punta de organización de eventos ecuestres en esta zona de Segovia, ¿Qué ventajas crees que tiene para vuestro pueblo?

Bueno ya conoces la vida en los pueblos pequeños de esta zona. Cualquier evento sea del tipo que sea que se organice en algún municipio da vida al propio municipio y a las gentes que viven. Con la organización de este tipo de eventos se pretende fomentar la afición a la equitación.

¿Como ves el desarrollo del mundo del caballo en el nordeste segoviano?

Lo veo con futuro. Cuando yo empecé a montar hace 15 años no había más caballo que el mío en Boceguillas y tenía que irme a montar fuera para salir en grupo; y ahora habrá unos 15. 

¿Cuál crees que debe ser la evolución de la Asociación?

La Asociación se creó para organizar eventos relacionados con el mundo del caballo. Se han hecho excursiones por el día, rutas nocturnas, raid, y la conducción de los bueyes. Todas han resultado muy bonitas y divertidas. Creo que habría que seguir fomentando e incluso ampliando todas estas actividades, para que cada vez seamos más socios amigos del caballo. Una propuesta mía es realizar, al menos anualmente, una visita guiada a una cuadra, primero de la zona y más adelante de otras zonas, para cambiar impresiones y sensaciones .