domingo, 5 de julio de 2015

Crónica del TREC en Fresno de Cantespino


Este fin de semana se ha celebrado la primera prueba de TREC (Técnicas de Rutas Ecuestres de Competición) que se realiza en el nordeste de Segovia. La Asociación de Caballistas en colaboración con el ayuntamiento de Fresno de Cantespino asumieron el reto de organizar de forma creativa e innovadora un evento que ha llevado dos meses de preparación y la participación de catorce voluntarios. El objetivo era iniciar en esta moderna disciplina de equitación a los jinetes y amazonas del nordeste segoviano que se atrevieran a participar, y en segundo lugar, el rodaje como organización ante un evento ecuestre con un cierto grado de complejidad.

El viernes por la tarde acudieron a Prado Pinilla (Fresno de Cantespino) los voluntarios de la organización del TREC para hacer la última reunión de coordinación del evento. Posteriormente los jinetes inscritos tomaron contacto con esta disciplina visitando la zona donde se iba a celebrar el evento y aprendiendo la esencia de la disciplina más completa para los aficionados al caballo de campo.

Con un previsión de altas temperaturas, el sábado 4 de julio, comenzaron a llegar caballos, bien en remolques bien por las pistas que comunican nuestros pueblos. La zona elegida había sido la espectacular chopera del Henar, terrenos comunes de Fresno de Cantespino, que habían sido segados y desbrozados esta semana. El paddock se situaba junto a la chopera, donde se instaló una cuadra improvisada entre los árboles, la zona para la comida, junto a los pilones y fuentes naturales, que recordaban la tradición ganadera el pueblo, y, el acceso a todas las pruebas.

A las once de la mañana partió el primer jinete para la prueba de orientación y regularidad (POR), tras haber recibido una brújula y un mapa en blanco sobre el que podían tomar notas que le ayudaran a resolver el recorrido encontrando los controles de la organización que tomarían su tiempo y le darían la media de velocidad objetivo hasta el siguiente control. El recorrido pasaba por Prado Pinilla, por la zona de tenadas y por el propio pueblo de Fresno, recorriendo el bonito monte y las cárcavas. 

Varios caballistas tuvieron que lidiar con dificultades para enlazar correctamente las sendas y caminos en los que encontraban los controles. Destacable fue el trabajo en equipo que realizaron varios aguerridos jinetes de la Yeguada Riaza para resolver la orientación en el monte, llegando al control final en un bonito galope en grupo. 

Según iban llegando los caballos de la prueba de orientación, tenían que entrar en el callejón de la prueba de aires (PAR), marcado sobre el generoso prado del Henar, y realizarlo al paso más rápido posible con vuelta al galope más lento que pudiera. Varios jinetes fueron eliminados por caer al trote, perdiendo los puntos de esta prueba.

Los caballos pudieron beber la fresca agua de la fuente de la chopera y descansar, mientras participantes, amigos y familias disfrutaban de las típicas codornices de Fresno en un ambiente divertido y único. En la sobremesa algunos aprovecharon para dormir una siesta mientras se escuchaban historias de caballos entre la brisa de las montañas y los relinchos de los caballos.

Por la tarde, los jinetes aparejaron de nuevo a los caballos y comenzaron a calentar en la pradera la siguiente prueba de terreno variado (PTV), una zona marcada en kilómetro y medio con un recorrido con diez zonas con divertidos y técnicos obstáculos naturales, que había que recorrer en un tiempo prestrablecido. Subidas y bajadas con fuerte pendiente, pasos de agua, un slalom a gapole entre los chopos, paso de troncos... Pura adrenalina y diversión para jinetes y caballos que demostraron estar a la altura. 

Mientras se iban realizando todas las pruebas, los diferentes jueces iban pasando la información sobre los resultados de cada una a la mesa central de la organización que iba consolidando todos los datos para poder ofrecer la clasificación final tan solo media hora más tarde de terminar la última amazona el recorrido de obstáculos. 

El vencedor del TREC fue un experimentado jinete de la zona, Víctor Martín Sacristán, de Boceguillas, montando a Nico, el caballo que suele utilizar en los encierros de toros. En segundo lugar quedó Pablo Marinero Moreno, de Villacorta, montando a Palmero, caballo con el que ha realizado numerosas rutas y viajes a caballo. En tercer lugar se situó Ángel Águeda Sánchez, de Grajera, profesor de equitación, domador de potros y presidente de la Asociación de Caballistas, montando a Cacique, un caballo que ha demostrado su valía ganado varias de las reprises en los concursos interclubs de doma y salto que se celebran entre las hípicas de la zona. En cuarto lugar terminó, Jorge Juan García Alonso, de Vellosillo montando a Yegua, aprovechando sus conocimientos sobre orientación adquiridos en su pasado como navegante, que le ayudaron a conseguir una buena posición en la prueba de orientación (POR). Y por último, hacemos mención al quinto clasificado, Ismael Gil Sanz, natural de Riaza, de 17 años de edad, un valiente jinete que realizó la prueba montando a Lucho, un impresionante caballo entero de pura raza española, padre de alguno de los potros más prometedores de la zona, que le obligó a resolver más de un aprieto por su formidable brío. 

Entre aplausos y sonrisas comenzaron a volver a sus cuadras de origen todos los caballistas, siendo plenamente conscientes de que habían vivido algo único. El TREC de Fresno de Cantespino del año 2015 ya ha entrado en la leyenda de aquellos caballistas segovianos que se reunían para medir sus fuerzas y su destreza, que eran capaces de poner en común lo mejor de cada uno con el objetivo de hacer un sitio mejor a nuestra hermosa campiña segoviana.

































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